La fiebre maculosa de las Montañas Rocosas afecta los pequeños vasos sanguíneos de todo el cuerpo, particularmente los de la piel, el cerebro y el corazón. Puede causar sarpullido, fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares y náuseas. En casos graves, puede provocar insuficiencia orgánica y la muerte.