Una persona intolerante puede tener restricciones dietéticas dependiendo de la sustancia a la que sea intolerante. Algunas intolerancias alimentarias comunes incluyen la intolerancia a la lactosa (azúcar de la leche), la intolerancia a la fructosa (azúcar de la fruta) y la intolerancia al gluten. Las personas con estas intolerancias pueden experimentar síntomas como hinchazón, gases, dolor abdominal y diarrea si consumen el alimento o ingrediente al que son intolerantes. Como resultado, es posible que necesiten modificar su dieta para evitar o limitar la ingesta de estas sustancias. Las restricciones específicas variarán según el individuo y la gravedad de su intolerancia. Buscar el consejo de un profesional de la salud o un dietista registrado puede ayudar a las personas a controlar sus intolerancias y mantener una dieta equilibrada.