La dislexia proviene de las palabras griegas Dys, que significa "dificultad" y lexis, que significa "palabra". El término fue utilizado por primera vez en la década de 1880 por el oftalmólogo alemán Rudolf Berlin. Berlin utilizó la dislexia para describir una condición en la que las personas tenían dificultades para leer, a pesar de tener una inteligencia normal.