¿Qué pasa si tienes tos ferina?
La tos ferina, también conocida como tos ferina, es una infección bacteriana altamente contagiosa de los pulmones y las vías respiratorias. Se caracteriza por ataques de tos intensos que pueden dificultar la respiración.
Los síntomas de la tosferina suelen desarrollarse en tres etapas:
1. Etapa catarral: Esta etapa dura aproximadamente de 1 a 2 semanas y se caracteriza por síntomas leves parecidos a los de un resfriado, como:
- Rinorrea
- Estornudos
- Tos leve
- Fiebre leve
- Cansancio
- Pérdida de apetito
2. Etapa paroxística: Esta etapa dura aproximadamente de 2 a 4 semanas y se caracteriza por ataques de tos intensos. Estos ataques de tos pueden ocurrir varias veces al día y pueden ser tan graves que provocan vómitos, dificultad para respirar y agotamiento. Los ataques de tos suelen ir seguidos de un sonido agudo de "grito", de ahí el nombre de la afección.
3. Etapa de convalecencia: Esta etapa puede durar varias semanas o incluso meses. Durante esta etapa, los ataques de tos gradualmente se vuelven menos severos y menos frecuentes. Sin embargo, las personas aún pueden ser contagiosas durante esta etapa.
Complicaciones de la tos ferina
La tos ferina puede provocar una serie de complicaciones, que incluyen:
- Neumonía: La tos ferina puede causar inflamación e infección de los pulmones, provocando neumonía.
- Encefalopatía: La tos ferina puede causar inflamación del cerebro y provocar encefalopatía.
- Insuficiencia respiratoria: La tos ferina grave puede provocar insuficiencia respiratoria, que puede ser mortal.
- Muerte: La tos ferina puede ser mortal, especialmente en bebés y niños pequeños.
Tratamiento para la tos ferina
No existe una cura específica para la tos ferina, pero el tratamiento puede ayudar a aliviar los síntomas y prevenir complicaciones. Las opciones de tratamiento incluyen:
- Antibióticos: Los antibióticos se utilizan para matar las bacterias que causan la tos ferina.
- Supresores de la tos: Se pueden utilizar supresores de la tos para ayudar a reducir los ataques de tos.
- Oxigenoterapia: La oxigenoterapia puede ser necesaria para personas con tos ferina grave que tienen dificultad para respirar.
- Hospitalización: La hospitalización puede ser necesaria para personas con tos ferina grave que necesitan seguimiento y tratamiento estrechos.
Prevención de la tos ferina
La mejor manera de prevenir la tos ferina es vacunarse. La vacuna contra la tos ferina es muy eficaz para prevenir la enfermedad. Por lo general, la vacuna se administra como parte de la vacuna DTaP, que también protege contra la difteria y el tétanos.
Otras formas de ayudar a prevenir la tos ferina incluyen:
- Evitar el contacto con personas enfermas de tos ferina.
- Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón.
- Cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar
- Quedarse en casa y no ir al trabajo o a la escuela si está enfermo.