El asma grave es una enfermedad pulmonar crónica que se caracteriza por una limitación grave y persistente del flujo de aire. Suele asociarse con exacerbaciones frecuentes, como ataques de asma, y requiere altas dosis de medicamentos inhalados u orales, o incluso corticosteroides sistémicos (un tipo de medicación esteroide). Las personas con asma grave pueden experimentar síntomas como opresión en el pecho, dificultad para respirar, sibilancias, tos y una calidad de vida reducida. Es importante trabajar estrechamente con un proveedor de atención médica para controlar el asma grave, ya que puede poner en peligro la vida si no se controla adecuadamente.