¿Cómo se caracteriza el autismo?
1. Dificultades de interacción social: Las personas con TEA pueden tener dificultades para comprender y responder a señales sociales, expresar emociones e interactuar con los demás. También pueden tener dificultades para hacer amigos y entablar relaciones.
2. Desafíos de comunicación: Las personas con TEA pueden tener dificultades con la comunicación verbal y no verbal. Es posible que tengan habilidades limitadas del habla y el lenguaje, dificultades para comprender el lenguaje de los demás y desafíos con el lenguaje pragmático (usar el lenguaje en contextos sociales).
3. Comportamientos e intereses restringidos y repetitivos: Las personas con TEA pueden participar en conductas o actividades repetitivas, como balancearse hacia adelante y hacia atrás, agitar las manos o repetir frases. También pueden tener intereses intensos y enfocados en temas o materias específicas.
4. Diferencias en el procesamiento sensorial: Muchas personas con TEA tienen diferencias en cómo perciben la información sensorial. Pueden ser hipersensibles o poco receptivos a estímulos sensoriales, como la luz, el tacto, el sonido, el gusto o el olfato. Esto puede provocar dificultades con la integración sensorial y causar malestar en determinados entornos.
5. Diferencias cognitivas: Las personas con TEA pueden tener fortalezas en ciertas áreas cognitivas, como el procesamiento visual-espacial o la atención al detalle. Sin embargo, también pueden enfrentar desafíos con el funcionamiento ejecutivo, incluida dificultad para planificar, organizar y administrar el tiempo.
6. Retrasos en el desarrollo: Los niños con TEA pueden experimentar retrasos en el desarrollo en diversas áreas, como las habilidades motoras, el lenguaje y el desarrollo social. Estos retrasos pueden variar en gravedad y pueden volverse más evidentes a medida que el niño crece.
Es importante tener en cuenta que el autismo es un trastorno del espectro, lo que significa que los síntomas y características pueden variar ampliamente de persona a persona. No todas las personas con TEA presentarán todas estas características y la gravedad de los síntomas puede variar de leve a grave.