¿Cómo se hace la prueba de autismo?

El autismo no se puede diagnosticar con una sola prueba. Un diagnóstico de autismo se basa en una revisión de la historia del desarrollo de un niño y observaciones sobre el comportamiento actual. La información sobre el historial del desarrollo a menudo se obtendrá de los padres o cuidadores. Las pruebas estandarizadas se utilizan con frecuencia para evaluar las fortalezas y necesidades de un niño, pero esos puntajes por sí solos no determinarán si un niño tiene autismo. Es importante señalar que no existe una única "prueba de autismo". Para ser lo más preciso posible, un diagnóstico implicará recopilar información y realizar observaciones de una variedad de fuentes.

Cuando un profesional de la salud evalúa a un niño para detectar autismo, observará varias áreas clave:

- Interacción social:¿Tiene el niño problemas para comprender o responder a señales sociales?

- Comunicación:¿Tiene el niño dificultades para comprender o utilizar el lenguaje?

- Conductas repetitivas:¿El niño presenta conductas repetitivas o tiene una gran necesidad de rutinas?

También considerarán si los síntomas del niño interfieren con su capacidad para funcionar en la vida cotidiana.

Algunas de las cosas específicas que un profesional de la salud podría buscar durante una evaluación incluyen:

- Contacto visual:¿El niño hace contacto visual con usted?

- Atención conjunta:¿Puede el niño seguir tu mirada para fijarse en algo que le estás señalando?

- Referencia social:¿El niño busca en usted pistas sobre cómo responder en una situación social?

- Imitación:¿Puede el niño imitar tus acciones?

- Desarrollo del lenguaje:¿Está bien encaminado el desarrollo del lenguaje del niño?

- Habilidades de juego:¿Participa el niño en juegos imaginativos?

- Comportamientos repetitivos:¿El niño presenta comportamientos repetitivos, como balancearse hacia adelante y hacia atrás o agitar las manos?

Si le preocupa que su hijo pueda tener autismo, es importante hablar con un profesional de la salud. El diagnóstico y la intervención tempranos pueden marcar una gran diferencia en el desarrollo y la calidad de vida de un niño.