¿Qué investigaciones se han realizado sobre la conexión entre la vacuna contra las paperas y el autismo?

El vínculo entre la vacuna contra las paperas y el autismo se ha estudiado ampliamente y el consenso entre la comunidad científica es que no existe ninguna conexión. La afirmación de que existe un vínculo se hizo por primera vez en un estudio de 1998 realizado por Andrew Wakefield y sus colegas, del que luego se retractó. Desde entonces, numerosos estudios no han logrado replicar los hallazgos del estudio original, y varias revisiones importantes de la evidencia han concluido que no existe ningún vínculo entre la vacuna contra las paperas y el autismo.

A continuación se presentan algunos hallazgos clave de la investigación sobre la conexión entre la vacuna contra las paperas y el autismo:

* Una revisión de 2013 de la evidencia realizada por el Instituto de Medicina (IOM) encontró que no hay evidencia creíble que respalde un vínculo entre la vacuna contra las paperas y el autismo. La revisión del IOM evaluó más de 100 estudios y encontró que ninguno proporcionaba pruebas convincentes de un vínculo.

* Una revisión de 2012 La investigación de la Colaboración Cochrane encontró que no hay evidencia confiable que respalde la hipótesis de que la vacuna contra las paperas esté relacionada con el autismo. La revisión de la Colaboración Cochrane incluyó 14 estudios y encontró que ninguno mostró una asociación estadísticamente significativa entre la vacuna contra las paperas y el autismo.

* Una revisión de 2011 Una parte de la evidencia de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) encontró que no hay evidencia de que la vacuna contra las paperas esté relacionada con el autismo. La revisión de los CDC incluyó más de 20 estudios y encontró que ninguno mostraba una asociación consistente entre la vacuna contra las paperas y el autismo.

El conjunto de evidencia científica apoya abrumadoramente la conclusión de que no existe conexión entre la vacuna contra las paperas y el autismo.