¿Cómo se contrae el trastorno del espectro autista?
Factores genéticos:
- Las investigaciones indican que la genética representa una proporción significativa de los casos de TEA. Las variaciones genéticas, incluidas mutaciones y trastornos genéticos raros, se han asociado con un mayor riesgo de autismo.
- El TEA tiende a ser hereditario, lo que sugiere una base genética. Si un niño de una familia tiene autismo, existe una mayor probabilidad de que otro hermano también tenga la afección.
Factores ambientales:
- Aunque no son tan claros como los factores genéticos, se han identificado ciertos factores ambientales como posibles contribuyentes al riesgo de TEA. Estos incluyen exposiciones prenatales, condiciones de salud materna y factores relacionados con el desarrollo del sistema nervioso.
- Los factores prenatales como la edad avanzada de los padres, las infecciones maternas durante el embarazo (p. ej., rubéola) y la exposición a ciertas sustancias químicas (p. ej., valproato) se han relacionado con un riesgo ligeramente mayor de autismo.
- Otros posibles factores ambientales incluyen el estrés en los primeros años de vida, la exposición a ciertas toxinas ambientales (p. ej., metales pesados) y ciertas complicaciones obstétricas (p. ej., nacimiento prematuro).
Sin embargo, es esencial comprender que el TEA no se puede atribuir únicamente a un solo gen o factor ambiental. Es una condición compleja influenciada por una combinación de factores genéticos y ambientales. Se están realizando investigaciones para comprender mejor las causas y mecanismos específicos detrás del trastorno del espectro autista.