El primer nombre que se le da al autismo es autismo infantil. Fue utilizado por primera vez por Leo Kanner en su artículo de 1943 "Trastornos autistas del contacto afectivo". Kanner usó el término para describir a un grupo de niños que mostraban una tríada de síntomas:interacción social deteriorada, comunicación deteriorada y conductas restringidas y repetitivas.