No hay evidencia científica que sugiera que la mayoría de los niños autistas aprendan el lenguaje de señas americano (ASL) o que sea más frecuente entre ellos que en la población general. Los niños sordos o las personas con discapacidad auditiva pueden beneficiarse del ASL como forma de comunicación primaria o secundaria. Sin embargo, la elección de los métodos de comunicación para los niños autistas varía ampliamente y depende de sus necesidades, habilidades y preferencias individuales. Para algunas personas autistas, el ASL u otros métodos de comunicación alternativos pueden ser beneficiosos para facilitar la comprensión y la expresión, mientras que otros pueden encontrar otras formas de comunicación más apropiadas o efectivas.