¿Qué le sucede a un organismo cuando ataca la polio?
Entrada y Replicación:
El poliovirus generalmente ingresa al cuerpo a través de la boca, a través de alimentos o agua contaminados o por contacto cercano con una persona infectada. Después de ingresar, el virus se replica rápidamente en la garganta y el tracto gastrointestinal.
Invasión del sistema nervioso:
Desde el sitio inicial de la infección, el virus puede propagarse al sistema nervioso central a través del torrente sanguíneo. Si bien muchas infecciones son asintomáticas, algunas pueden progresar y afectar el sistema nervioso.
Daño a las neuronas motoras:
El poliovirus se dirige específicamente a las neuronas motoras, que son células nerviosas responsables de controlar el movimiento muscular. La infección y la replicación dentro de estas neuronas causan inflamación y daño, lo que provoca debilidad muscular o parálisis.
Poliomielitis paralítica:
La forma más grave de polio es la poliomielitis paralítica, en la que el daño a las neuronas motoras provoca una debilidad muscular significativa o una parálisis completa. La parálisis puede afectar varios grupos de músculos, incluidas las extremidades, los músculos respiratorios y los músculos implicados en la deglución y el habla.
Infecciones asintomáticas:
Es importante tener en cuenta que muchas infecciones por poliovirus son asintomáticas, lo que significa que el individuo no experimenta ningún síntoma perceptible. Las personas asintomáticas aún pueden transmitir el virus a otras personas sin darse cuenta de que están infectadas.
Respuesta inmune:
Durante una infección por poliovirus, el sistema inmunológico del cuerpo genera una respuesta para combatir el virus. Esto implica la producción de anticuerpos y células inmunes para neutralizar y eliminar el virus. En algunos casos, la propia respuesta inmune puede contribuir al daño y la inflamación de los tejidos.
Consecuencias a largo plazo:
En las personas que desarrollan poliomielitis paralítica, la parálisis puede ser permanente y provocar deficiencias funcionales de por vida. Sin embargo, con atención y rehabilitación adecuadas, muchas personas con polio pueden lograr una buena calidad de vida.
Prevenir la polio mediante la vacunación es crucial ya que no existe cura para la infección. La vacunación estimula eficazmente el sistema inmunológico para que produzca anticuerpos que protejan contra futuras infecciones por poliovirus y prevengan el desarrollo de complicaciones graves.