La prevalencia de la sarna en Estados Unidos ha aumentado en los últimos años. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), el número de casos notificados de sarna en los Estados Unidos aumentó un 50 % entre 2009 y 2019. Se cree que este aumento se debe a varios factores, incluido el aumento de los viajes a áreas donde la sarna es endémica y el creciente número de personas que viven en entornos grupales, como dormitorios y refugios para personas sin hogar, donde la enfermedad puede propagarse fácilmente.