Lo que hay que saber sobre la mielopatía
A continuación se detallan algunos aspectos clave que debe conocer sobre la mielopatía:
Causas:
- Trauma: Las lesiones de la médula espinal debidas a accidentes, lesiones deportivas o caídas pueden causar mielopatía.
- Infecciones: Las infecciones virales o bacterianas, como la mielitis transversa, pueden inflamar la médula espinal y provocar mielopatía.
- Inflamación: Las enfermedades autoinmunes como la esclerosis múltiple (EM) o la neuromielitis óptica (NMO) pueden causar inflamación crónica de la médula espinal.
- Trastornos degenerativos: Condiciones como la espondilosis cervical, la enfermedad degenerativa del disco o la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) pueden comprimir la médula espinal y provocar mielopatía.
- Malformación: Las anomalías congénitas o los defectos del desarrollo de la columna pueden provocar mielopatía.
Síntomas:
- Déficits motores: Puede producirse debilidad, parálisis o dificultad con la coordinación y el equilibrio.
- Alteraciones sensoriales: Se puede experimentar entumecimiento, hormigueo o pérdida de sensibilidad en los brazos, las piernas o el tronco.
- Disfunción de vejiga e intestino: Se puede desarrollar dificultad para orinar o defecar, o incluso incontinencia.
- Dolor: Puede haber dolor de espalda o de cuello, según la ubicación del daño de la médula espinal.
- Espasmos musculares: Pueden producirse contracciones musculares involuntarias o rigidez.
Diagnóstico:
- Historia médica y exploración neurológica: Un profesional de la salud preguntará sobre los síntomas y realizará un examen físico y neurológico para evaluar la fuerza muscular, los reflejos y la función sensorial.
- Pruebas de imagen: La resonancia magnética (MRI) se usa comúnmente para visualizar la médula espinal e identificar cualquier compresión, inflamación u otras anomalías.
- Pruebas de electrodiagnóstico: La electromiografía (EMG) y los estudios de conducción nerviosa pueden evaluar la función de los nervios y músculos y detectar daños en la médula espinal.
Tratamiento:
El tratamiento de la mielopatía depende de la causa subyacente. En algunos casos, pueden ser necesarios medicamentos, fisioterapia o cirugía. El objetivo del tratamiento es abordar la causa de la mielopatía, minimizar los síntomas y prevenir un mayor daño a la médula espinal.
Pronóstico:
El pronóstico de la mielopatía varía según la causa, la gravedad y la intervención oportuna. Algunas afecciones pueden causar daño permanente a la médula espinal, mientras que otras pueden ser reversibles con un tratamiento temprano. La rehabilitación y las medidas de apoyo desempeñan un papel importante en la mejora de la calidad de vida de las personas con mielopatía.
Importancia de la atención médica inmediata:
Si experimenta algún síntoma que sugiera mielopatía, como debilidad repentina, entumecimiento o dificultad con la función de la vejiga o los intestinos, busque atención médica de inmediato. El diagnóstico y el tratamiento tempranos pueden mejorar las posibilidades de recuperación y prevenir complicaciones adicionales.