¿Qué pasa si no tienes sangre en la boca pero aún estás escupiendo sangre?

La regurgitación de sangre, también conocida como hemoptisis, puede ser un síntoma preocupante y debe ser evaluado por un profesional médico. Si está escupiendo sangre pero no hay sangre visible en su boca, es posible que la sangre se origine en una parte más profunda de su sistema respiratorio. Algunas posibles causas de escupir sangre sin sangrado oral visible incluyen:

1. Sangrado nasal (epistaxis posterior): Si el sangrado proviene de la parte posterior de la nariz (epistaxis posterior), la sangre puede drenar por la parte posterior de la garganta y toser, dando la apariencia de escupir sangre.

2. Infección de los senos nasales: A veces, una infección de los senos nasales puede causar sangrado de los senos nasales, que puede drenar por la parte posterior de la garganta y expulsarse al toser como sangre.

3. Problemas gastrointestinales: En algunos casos, escupir sangre puede ser un signo de un problema gastrointestinal, como úlceras sangrantes o várices esofágicas. Si la fuente del sangrado es el tracto gastrointestinal superior, la sangre puede vomitarse o regurgitarse en lugar de toserse.

4. Condiciones pulmonares: Escupir sangre puede ser un síntoma de diversas afecciones pulmonares, como neumonía, bronquitis, tuberculosis y cáncer de pulmón. Estas afecciones pueden causar inflamación o daño a las vías respiratorias o los pulmones, lo que provoca sangrado.

5. Bronquiectasias: Esta afección provoca ensanchamiento y cicatrización de las vías respiratorias, lo que puede provocar tos con sangre.

6. Problemas cardiovasculares: En casos raros, escupir sangre puede ser un signo de problemas cardiovasculares, como estenosis mitral (un estrechamiento de la válvula mitral en el corazón) o aneurisma aórtico (un bulto en la aorta).

Si experimenta escupir sangre, es importante buscar atención médica para determinar el origen del sangrado y recibir el tratamiento adecuado. Su proveedor de atención médica puede realizar pruebas como un examen físico, análisis de sangre, radiografías de tórax o una endoscopia (un procedimiento para examinar el interior del tracto digestivo) para identificar la causa y brindar el tratamiento necesario.