¿El tipo de sangre de los abuelos puede afectar el tipo de sus nietos?
Cada individuo tiene dos alelos para el tipo de sangre, uno heredado de cada padre. Los alelos pueden ser dominantes o recesivos. Los alelos A y B para el tipo de sangre son dominantes, mientras que el alelo O es recesivo. Esto significa que si un individuo tiene al menos un alelo A o B, tendrá sangre tipo A o tipo B, respectivamente. Sólo los individuos con dos alelos O tendrán sangre tipo O.
Los padres transmiten uno de sus dos alelos a sus hijos. Hay tres posibles combinaciones de alelos entre un padre con sangre tipo A y un padre con sangre tipo B:A y B, A y O, y B y O. Dependiendo de la combinación, sus hijos pueden tener tipo A, tipo B o sangre tipo O. El mismo principio se aplica a otras combinaciones de tipos de sangre.
Los abuelos no aportan alelos directamente a sus nietos. En cambio, aportan sus alelos a sus hijos, quienes luego los transmiten a sus nietos. Por lo tanto, si bien el tipo de sangre de un abuelo puede influir en el tipo de sangre de sus hijos, no determina directamente el tipo de sangre de sus nietos.