¿Qué sigue a la formación de callo óseo en una fractura reparada?

Tras el desarrollo de un callo blando y un callo óseo posterior durante la curación de la fractura, la siguiente fase implica la remodelación. Durante la remodelación, el hueso recién formado excesivo o irregular se remodela y reforma gradualmente para que coincida con la forma anatómica y la función originales del hueso afectado. Este proceso tiene como objetivo restaurar la fuerza, la arquitectura y la alineación del hueso, asegurando su funcionalidad óptima.

La remodelación implica el proceso continuo de resorción y depósito óseo por parte de osteoclastos y osteoblastos, respectivamente. La remodelación se produce en respuesta a factores tanto mecánicos como biológicos, incluida la tensión ejercida sobre el hueso, factores de crecimiento locales y señales hormonales sistémicas. El tejido óseo que se forma durante la remodelación se organiza en capas concéntricas conocidas como laminillas, lo que contribuye a la resistencia y estabilidad general del hueso.

La remodelación continúa durante varios meses o años después de que la fractura ha sanado, restaurando gradualmente el hueso a su estructura y función normales. Este proceso es esencial para garantizar que el hueso reparado pueda soportar las demandas de las actividades diarias y prevenir futuras complicaciones o debilidades en el área afectada.