¿Qué sucede en el sistema esquelético durante el ejercicio?

1. Formación ósea:

- La tensión mecánica ejercida sobre los huesos durante el ejercicio estimula las células óseas llamadas osteoblastos.

- Los osteoblastos son responsables de la construcción de tejido óseo nuevo.

- El ejercicio regular puede aumentar la densidad ósea y fortalecer el esqueleto.

2. Remodelación ósea:

- El ejercicio favorece la remodelación del tejido óseo.

- El tejido óseo desgastado o dañado es descompuesto por los osteoclastos, células especializadas que descomponen el hueso.

- Luego, los osteoblastos reemplazan este tejido con hueso nuevo y más denso.

- Este proceso ayuda a mantener la fuerza y ​​flexibilidad de los huesos.

3. Aumento de la densidad ósea:

- Los ejercicios regulares con carga de peso, como correr, trotar y saltar, ejercen presión sobre los huesos.

- Este estrés estimula a las células óseas a producir más tejido óseo.

- Con el tiempo, esto conduce a un aumento de la densidad ósea y a huesos más fuertes.

4. Salud de las articulaciones:

- El ejercicio puede ayudar a mantener la salud de las articulaciones.

- Ayuda a mejorar la flexibilidad y movilidad de las articulaciones.

- La actividad física regular puede reducir el riesgo de desarrollar determinadas afecciones articulares como la osteoartritis.

5. Interacción músculo-hueso:

- Los músculos y los huesos trabajan juntos para brindar soporte y movimiento al cuerpo.

- Unos músculos fuertes pueden ayudar a proteger los huesos al reducir las fuerzas de impacto durante las actividades físicas.

- El ejercicio que combina actividades de fortalecimiento muscular y de soporte de peso es beneficioso para la salud musculoesquelética en general.

6. Equilibrio y Coordinación:

- El ejercicio regular, incluidas actividades de equilibrio y coordinación, puede ayudar a mejorar la propiocepción (la capacidad de detectar la posición y el movimiento del cuerpo).

- Esto puede reducir el riesgo de caídas, lo que puede prevenir lesiones y fracturas óseas.

7. Prevención de lesiones:

- Huesos más fuertes y una mayor flexibilidad obtenida mediante el ejercicio pueden ayudar a reducir el riesgo de fracturas, esguinces y otras lesiones esqueléticas.

- Los músculos fuertes pueden proporcionar un mejor soporte y amortiguación para los huesos, reduciendo el riesgo de lesiones durante las actividades físicas.