¿Qué funciones tienen los huesos?
Los huesos proporcionan soporte estructural al cuerpo, dándole forma y permitiéndole mantenerse erguido. Actúan como marco para músculos y tejidos blandos, protegiendo órganos vitales y proporcionando estabilidad durante el movimiento.
Protección
Los huesos forman una barrera protectora alrededor de órganos vitales, como el cerebro, el corazón y los pulmones. El cráneo protege el cerebro, la caja torácica encierra el corazón y los pulmones y la columna protege la médula espinal.
Almacenamiento
Los huesos sirven como reservorios de minerales, principalmente calcio y fósforo. Almacenan y liberan estos minerales según sea necesario para mantener el equilibrio mineral del cuerpo y respaldar diversos procesos fisiológicos.
Producción de células sanguíneas
La médula ósea, un tejido blando que se encuentra dentro de los huesos, es responsable de producir glóbulos rojos (eritrocitos), glóbulos blancos (leucocitos) y plaquetas (trombocitos). Estas células desempeñan funciones vitales en el transporte de oxígeno, la función inmune y la coagulación de la sangre, respectivamente.
Soporte para la inserción muscular
Los huesos proporcionan puntos de unión para los músculos a través de los tendones. Los músculos se contraen y tiran de estos puntos de unión, lo que permite el movimiento y la locomoción.
Regulación endocrina
Ciertas células óseas, llamadas osteoblastos y osteocitos, producen hormonas que regulan el metabolismo del calcio y el crecimiento óseo. Estas hormonas incluyen la osteocalcina y la hormona paratiroidea (PTH), que ayudan a mantener la fuerza ósea y el equilibrio mineral.
Equilibrio ácido-base
Los huesos contribuyen a la regulación del equilibrio ácido-base del cuerpo liberando o absorbiendo iones de calcio y fosfato. Esto ayuda a mantener el nivel de pH de los fluidos corporales dentro de un rango estrecho.