¿Cómo entran las venas y arterias al hueso?
Las arterias y las venas ingresan a los huesos a través de pequeños canales llamados agujeros de nutrientes. Estos agujeros se encuentran en la superficie del hueso y permiten que los vasos sanguíneos pasen al hueso para irrigar las células del interior. Los agujeros de nutrientes generalmente se encuentran cerca de los extremos de los huesos largos, donde el suministro de sangre es más necesario.
Una vez que los vasos sanguíneos ingresan al hueso a través de los agujeros de nutrientes, viajan a través de una serie de canales llamados canales de Havers. Estos canales están revestidos de osteocitos, que son las células que forman el tejido óseo. Los canales de Havers permiten que los vasos sanguíneos lleguen a todas las partes del hueso, incluso a las regiones más internas.
Las arterias y venas que ingresan al hueso son responsables de suministrar oxígeno y nutrientes al tejido óseo. También eliminan los productos de desecho del tejido óseo. Sin el suministro de sangre procedente de arterias y venas, el tejido óseo no podría sobrevivir.