¿Por qué a la división simpática del sistema nervioso autónomo se le conoce como vuelo o sistema?

La división simpática del sistema nervioso autónomo se conoce como sistema de "lucha o huida" porque prepara al cuerpo para respuestas de supervivencia en situaciones estresantes o peligrosas. Cuando se activa, el sistema nervioso simpático desencadena diversos cambios fisiológicos que ayudan a las personas a afrontar las amenazas, como por ejemplo:

1. Aumento de la frecuencia cardíaca y la presión arterial:El sistema nervioso simpático acelera la frecuencia cardíaca y aumenta la presión arterial, asegurando un rápido suministro de oxígeno y nutrientes a los músculos y órganos. Esto prepara al cuerpo para el esfuerzo físico necesario en situaciones que ponen en peligro la vida.

2. Broncodilatación:el sistema nervioso simpático hace que las vías respiratorias (bronquios) se dilaten, lo que permite una mayor ingesta de oxígeno y una respiración más profunda. Esto es esencial para satisfacer las elevadas necesidades energéticas del cuerpo durante escenarios estresantes.

3. Tensión muscular y movilización de energía:la división simpática activa los músculos esqueléticos y libera la energía almacenada en las células grasas, proporcionando la fuerza y ​​resistencia necesarias para responder a los desafíos.

4. Inhibición de funciones no esenciales:suprime temporalmente funciones corporales no esenciales, como la digestión, para redirigir recursos hacia respuestas de supervivencia inmediatas.

5. Dilatación pupilar:el sistema simpático hace que las pupilas se dilaten, lo que permite que entre más luz en los ojos, lo que mejora la visión en condiciones de poca luz que pueden encontrarse durante una situación de lucha o huida.

6. Sudoración:El sistema nervioso simpático desencadena la sudoración, que enfría el cuerpo durante el esfuerzo físico y ayuda a regular la temperatura en ambientes estresantes.

7. Liberación de adrenalina:La activación de la división simpática conduce a la liberación de hormonas como la adrenalina (epinefrina) de las glándulas suprarrenales. La adrenalina mejora aún más las respuestas fisiológicas del cuerpo a condiciones estresantes.

En esencia, la división simpática del sistema nervioso autónomo prepara a los individuos para enfrentar una amenaza (lucha) o escapar de ella (huida). Moviliza los recursos y las capacidades físicas del cuerpo para responder eficazmente en circunstancias desafiantes, priorizando la supervivencia inmediata sobre funciones menos críticas.