El líquido cefalorraquídeo (LCR) se produce en lo profundo del cerebro, en el plexo coroideo de los ventrículos. Fluye a través de los ventrículos hacia el espacio subaracnoideo, que es el espacio entre el cerebro y el cráneo. Luego, el LCR circula por el cerebro y la médula espinal, proporcionando nutrientes y eliminando productos de desecho. Finalmente, el LCR se reabsorbe en el torrente sanguíneo a través de las vellosidades aracnoideas, que son pequeñas proyecciones de la membrana aracnoidea que se extienden hasta los senos durales.