¿Qué hace la división simpática del sistema nervioso automotor?
1. Aumento de la frecuencia cardíaca y la presión arterial: El sistema nervioso simpático aumenta la frecuencia cardíaca y eleva la presión arterial actuando sobre el corazón y los vasos sanguíneos. Esto asegura un suministro suficiente de oxígeno y nutrientes a los músculos y órganos durante situaciones estresantes.
2. Broncodilatación :La división simpática relaja los músculos lisos de los bronquios, lo que provoca dilatación y aumento del flujo de aire hacia los pulmones. Esto ayuda a satisfacer la mayor demanda de oxígeno del cuerpo.
3. Dilatación de la pupila :Hace que las pupilas se dilaten, permitiendo que entre más luz en los ojos. Esto mejora la agudeza visual y mejora la percepción en condiciones de poca luz.
4. Inhibición de la digestión :Para conservar energía y recursos para las necesidades inmediatas, el sistema nervioso simpático suprime funciones no esenciales como la digestión. Esto puede provocar una disminución de la producción de saliva, inhibición de la motilidad gastrointestinal y retraso de la digestión.
5. Desglose del glucógeno :El sistema simpático le indica al hígado que descomponga el glucógeno y libere glucosa en el torrente sanguíneo. Esto proporciona una fuente de energía rápida para los músculos y otros tejidos.
6. Activación de las glándulas suprarrenales :El sistema nervioso simpático estimula las glándulas suprarrenales para que liberen adrenalina y noradrenalina. Estas hormonas movilizan las reservas del cuerpo, aumentan el estado de alerta y mejoran el rendimiento físico.
7. Activación de las glándulas sudoríparas :Estimula las glándulas sudoríparas para que produzcan sudor. La sudoración ayuda a regular la temperatura corporal, ya que la evaporación del sudor enfría la piel.
8. Relajación de los esfínteres urinarios :La división simpática relaja los esfínteres urinarios, facilitando la liberación de orina si es necesario durante situaciones de estrés.
En resumen, la división simpática del sistema nervioso autónomo prepara al cuerpo para la acción en respuesta al estrés, el peligro o la actividad física extenuante. Lo hace alterando varios procesos fisiológicos para mejorar el rendimiento y redirigir los recursos energéticos en consecuencia.