Si un material puede deformarse permanentemente sin romperse, se dice que es dúctil. La ductilidad es una medida del grado en que un material puede deformarse plásticamente antes de romperse. Los materiales dúctiles son aquellos que pueden soportar deformaciones plásticas importantes sin fallar. Esta propiedad es importante en muchas aplicaciones de ingeniería, donde los materiales están sujetos a altos niveles de tensión y deformación. Algunos ejemplos de materiales dúctiles incluyen metales (como acero, aluminio y cobre), polímeros (como caucho y plástico) y algunas cerámicas (como porcelana y vidrio).