¿Qué causa los espolones óseos?

Los espolones óseos, también conocidos como osteofitos, son crecimientos o proyecciones óseas que se desarrollan en los bordes de los huesos. A menudo se asocian con la osteoartritis, una enfermedad degenerativa de las articulaciones que provoca la degradación del cartílago de las articulaciones.

Los espolones óseos pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, pero se encuentran con mayor frecuencia en:

- Manos

- Pies

- Columna vertebral

- Rodillas

- Caderas

Se desconoce la causa exacta de los espolones óseos, pero varios factores pueden contribuir a su desarrollo, entre ellos:

- Daños articulares: Los espolones óseos a menudo se desarrollan en respuesta al daño al cartílago de las articulaciones. Esto puede ser causado por osteoartritis, artritis reumatoide u otras lesiones articulares.

- Genética: Algunas personas pueden tener más probabilidades de desarrollar espolones óseos debido a sus genes.

- Envejecimiento: Los espolones óseos son más comunes en los adultos mayores, ya que el cartílago de las articulaciones se rompe naturalmente con la edad.

- Obesidad: El exceso de peso puede ejercer una presión adicional sobre las articulaciones y aumentar el riesgo de desarrollar espolones óseos.

Los espolones óseos no siempre causan síntomas. En algunos casos, pueden verse o palparse como pequeños bultos duros debajo de la piel. Si presionan los nervios u otras estructuras, pueden causar dolor, rigidez, hinchazón o rango de movimiento limitado.

El tratamiento de los espolones óseos generalmente implica controlar la causa subyacente del dolor y el malestar. Esto puede incluir:

- Reposo de la articulación afectada

- Tomar analgésicos de venta libre.

- Aplicar hielo o calor en la zona.

- Fisioterapia para fortalecer los músculos alrededor de la articulación.

- En algunos casos, puede ser necesaria una cirugía para extirpar los espolones óseos si causan dolor intenso o problemas con la función articular.