¿Cómo afecta la bulimia al esófago?
1. Esofagitis: Los vómitos frecuentes durante la purga pueden provocar inflamación del esófago y provocar esofagitis. El contenido ácido del estómago, junto con las enzimas digestivas, puede dañar el revestimiento del esófago y provocar dolor, sensación de ardor, dificultad para tragar e inflamación.
2. Erosiones y Úlceras: Los vómitos crónicos pueden provocar erosiones y úlceras en el esófago. La expulsión forzada del contenido del estómago puede provocar roturas en la mucosa esofágica, lo que provoca sangrado, molestias y dolor.
3. Estenosis esofágicas: En casos graves, los episodios repetidos de vómitos pueden hacer que el esófago desarrolle tejido cicatricial, lo que provoca estenosis o estrechamientos esofágicos. Las estenosis pueden dificultar la deglución y pueden requerir intervención médica, como dilatación para ensanchar el esófago.
4. Enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE): La bulimia puede contribuir o empeorar la ERGE, una afección en la que el ácido del estómago regresa al esófago. Los vómitos frecuentes debilitan el esfínter esofágico inferior (EEI), un músculo que actúa como válvula entre el estómago y el esófago. Un EEI debilitado permite que el contenido del estómago refluya hacia el esófago, provocando acidez de estómago, regurgitación y otros síntomas de ERGE.
5. Problemas dentales: El contenido ácido expulsado durante la purga puede dañar los dientes, provocando erosión, decoloración y aumento de la sensibilidad.
Es importante que las personas con bulimia busquen ayuda profesional para abordar los problemas psicológicos y de comportamiento subyacentes asociados con el trastorno. El tratamiento adecuado, incluido el apoyo médico y psicológico, puede ayudar a prevenir o controlar las complicaciones físicas, incluidas las que afectan al esófago.