La bulimia no afecta directamente a las glándulas salivales. Sin embargo, puede causar sequedad en la boca como efecto secundario debido a la deshidratación y al desequilibrio electrolítico causado por las conductas de purga asociadas con el trastorno. La bulimia prolongada y grave puede provocar diversos problemas dentales, incluida la erosión del esmalte dental debido al contenido ácido del vómito, y las glándulas salivales pueden verse afectadas indirectamente por estas complicaciones.