¿Cuál es el propósito de la arteria coronaria?
El corazón es un órgano muscular que bombea sangre por todo el cuerpo. Para funcionar correctamente, el músculo cardíaco necesita un suministro constante de sangre rica en oxígeno. Esta sangre es proporcionada por las arterias coronarias.
Las arterias coronarias son dos grandes vasos sanguíneos que se ramifican desde la aorta, la arteria principal que transporta sangre desde el corazón al resto del cuerpo. Luego, las arterias coronarias recorren la superficie del corazón, ramificándose en vasos cada vez más pequeños hasta llegar a las células individuales del músculo cardíaco.
La sangre que fluye por las arterias coronarias es sangre oxigenada. Esto significa que se ha enriquecido con oxígeno en los pulmones. Luego, el oxígeno de la sangre se transporta a las células del músculo cardíaco, donde se utiliza para producir energía.
Las arterias coronarias son esenciales para el buen funcionamiento del corazón. Si las arterias coronarias se bloquean o se estrechan, el músculo cardíaco no recibirá la sangre rica en oxígeno que necesita para funcionar correctamente. Esto puede provocar un ataque cardíaco.
Las arterias coronarias también ayudan a regular el ritmo cardíaco.
La frecuencia cardíaca está controlada por señales eléctricas que se generan en el nódulo sinoauricular (SA), ubicado en la aurícula derecha del corazón. Estas señales eléctricas viajan a través del músculo cardíaco, lo que hace que se contraiga y bombee sangre.
Las arterias coronarias ayudan a regular la frecuencia cardíaca suministrando sangre rica en oxígeno al nódulo SA. El oxígeno en la sangre ayuda a mantener el nódulo SA funcionando correctamente, lo que garantiza que las señales eléctricas se generen a un ritmo regular.
Si las arterias coronarias se bloquean o se estrechan, es posible que el nódulo SA no reciba la sangre rica en oxígeno que necesita para funcionar correctamente. Esto puede provocar un ritmo cardíaco irregular, lo que puede ser peligroso.