La azitromicina es un antibiótico que se usa para tratar una variedad de infecciones bacterianas, incluida la clamidia. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan una dosis única de 1 gramo de azitromicina para tratar la clamidia. Esta dosis suele ser suficiente para eliminar todos los síntomas de la infección en unos pocos días a una semana. Sin embargo, algunas personas pueden experimentar síntomas persistentes durante un período de tiempo más prolongado. Si los síntomas persisten, es importante acudir al médico para descartar otras posibles causas.