La clamidia se puede tratar durante el embarazo, incluso a las 37 semanas. El tratamiento suele incluir antibióticos, que son seguros de tomar durante el embarazo. El medicamento y la dosis específicos dependerán de cada caso individual y deben ser recetados por un proveedor de atención médica. El diagnóstico y tratamiento tempranos son importantes para prevenir complicaciones tanto para la madre como para el bebé.