Generalmente se considera fiebre en un niño de 2 años una temperatura rectal de 100,4 grados Fahrenheit (38,0 grados Celsius) o más. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la temperatura corporal normal puede variar de persona a persona, y es posible que una ligera elevación de la temperatura no siempre indique fiebre. Si le preocupa la temperatura de su hijo, siempre es mejor consultar con un profesional de la salud para una evaluación y orientación adecuadas.