La diabetes tipo 2, la forma más común de diabetes, generalmente no se puede curar incluso si se detecta a tiempo, aunque a menudo se puede controlar y estabilizar mediante cambios en el estilo de vida o medicamentos. La diabetes tipo 1, en cambio, que suele afectar a niños y adolescentes, se considera actualmente una enfermedad que dura toda la vida y no tiene cura permanente; El tratamiento implica medicación a largo plazo y un manejo cuidadoso para regular los niveles de azúcar en sangre. Sin embargo, la investigación en curso se centra en posibles estrategias como el trasplante de islotes pancreáticos y las terapias basadas en células madre que tienen potencial para mejores tratamientos y posibles curas en el futuro. Si le preocupa la diabetes, consulte a un profesional de la salud para obtener un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado según sus circunstancias individuales.