¿Por qué las personas con cálculos biliares experimentan problemas para digerir ciertos alimentos?
La vesícula biliar es un pequeño órgano ubicado debajo del hígado responsable de almacenar y liberar la bilis hacia el intestino delgado. La bilis es un líquido producido por el hígado y ayuda en la digestión y absorción de las grasas de los alimentos que comemos.
Las personas con cálculos biliares experimentan problemas para digerir ciertos alimentos debido al bloqueo u obstrucción causada por la presencia de cálculos biliares dentro de la vesícula biliar o los conductos biliares. Así es como los cálculos biliares pueden afectar la digestión:
1. Digestión deteriorada de las grasas:
Los cálculos biliares pueden bloquear el conducto biliar, impidiendo el flujo de bilis hacia el intestino delgado. Sin una bilis adecuada, la digestión y absorción de los alimentos grasos se deteriora. Esto puede provocar síntomas como dolor abdominal, hinchazón, gases, indigestión y diarrea después de consumir comidas ricas en grasas.
2. Malabsorción:
La obstrucción del conducto biliar debido a cálculos biliares también puede provocar malabsorción, que es la incapacidad de absorber adecuadamente los nutrientes de los alimentos. En concreto, la absorción de vitaminas liposolubles (vitaminas A, D, E y K) puede verse afectada, dando lugar a posibles deficiencias vitamínicas si la afección persiste.
3. Intolerancia a los alimentos grasos:
Debido a la mala digestión de las grasas, las personas con cálculos biliares pueden experimentar intolerancia a los alimentos grasos. Las comidas grasas pueden desencadenar síntomas como dolor abdominal, náuseas y diarrea, lo que dificulta la digestión y absorción de estos alimentos.
4. Pancreatitis:
En algunos casos, los cálculos biliares pueden migrar al conducto pancreático y provocar inflamación del páncreas (pancreatitis). La pancreatitis puede empeorar aún más la digestión y provocar dolor abdominal intenso, náuseas, vómitos y fiebre.
Es importante que las personas con cálculos biliares controlen su dieta y eviten los alimentos que desencadenan los síntomas. A menudo se recomienda una dieta baja en grasas y rica en fibra para minimizar las molestias y promover una mejor digestión. Si los síntomas persisten o empeoran, es fundamental consultar a un profesional de la salud para una evaluación adecuada y opciones de tratamiento, que pueden incluir medicamentos, cambios en la dieta o cirugía de extirpación de la vesícula biliar en casos graves.