Comer en exceso no hace que el estómago produzca más ácido. Cuando alguien ingiere demasiada comida, el estómago se distiende y los receptores de estiramiento ubicados en la pared del estómago desencadenan la liberación de hormonas que retardan el vaciado del estómago hacia el intestino delgado. La secreción de ácido gástrico continúa a un ritmo normal, por lo que el exceso de comida no digerida en el estómago puede eventualmente pasar al intestino delgado.