La superficie del intestino delgado es de aproximadamente 250 a 300 metros cuadrados (2700 a 3200 pies cuadrados). Esta vasta superficie es crucial para la digestión y absorción eficiente de los nutrientes de los alimentos que consumimos. El intestino delgado está revestido por millones de pequeñas proyecciones en forma de dedos llamadas vellosidades, que aumentan aún más la superficie disponible para la absorción. Esta extensa superficie permite un intercambio eficiente de nutrientes, electrolitos y agua entre la luz intestinal y el torrente sanguíneo.