¿Qué es la costocondritis?

La costocondritis es una afección dolorosa que afecta las articulaciones donde las costillas se conectan con el esternón (esternón). La inflamación de este cartílago provoca dolores agudos en el pecho, especialmente cuando se presiona o mueve la zona afectada.

Causas

A menudo se desconoce la causa exacta de la costocondritis, pero puede estar relacionada con varios factores, entre ellos:

- Tensión física o traumatismo en el pecho, como toser vigorosamente o levantar objetos pesados.

- Infecciones causadas por virus o bacterias.

- Ciertas enfermedades autoinmunes, como la artritis reumatoide o el lupus

- Condiciones degenerativas relacionadas con el envejecimiento.

- Movimientos repetitivos que tensionan el pecho, incluidos deportes como golf, tenis, remo o béisbol.

Síntomas

- Dolor agudo, doloroso o punzante en el pecho, generalmente en un lado.

- Dolor que empeora al respirar profundamente, toser, estornudar o cualquier actividad que ejerza presión sobre el pecho.

- Sensibilidad o hinchazón sobre el área afectada

- Dificultad para respirar o dificultad para respirar (en algunos casos graves)

Diagnóstico

Para diagnosticar la costocondritis, los médicos pueden:

- Realizar un examen físico, prestando atención a la sensibilidad y el dolor en la zona afectada.

- Pregunte sobre sus síntomas y posibles desencadenantes.

- Solicitar pruebas de imágenes como radiografías o resonancias magnéticas para descartar otras causas potenciales, como costillas rotas o problemas cardíacos.

Tratamiento

La costocondritis generalmente se resuelve por sí sola en unas pocas semanas o meses. Las opciones de tratamiento pueden incluir:

- Descansar la zona afectada y evitar actividades que provoquen dolor.

- Aplicar compresas de hielo en la zona afectada para reducir la inflamación y el dolor.

- Tomar analgésicos de venta libre para controlar el dolor, como ibuprofeno o acetaminofén.

- Realizar ejercicios de estiramiento suaves para mejorar la flexibilidad y reducir la rigidez.

Prevención

Si bien no siempre se puede prevenir, existen ciertas medidas que puede tomar para reducir el riesgo de costocondritis:

- Practique una postura adecuada para reducir la tensión en el pecho.

- Mantener una buena condición física general y flexibilidad.

- Calentar antes de realizar actividades físicas y evitar movimientos bruscos y extenuantes.

- Evite movimientos repetitivos que puedan forzar el pecho.

Si el dolor de pecho persiste o empeora a pesar del tratamiento en el hogar, busque atención médica para un diagnóstico y tratamiento adecuados.