¿Podrían algunas personas ser más sensibles al ruido que otras incluso con una exposición de menos decibelios como se sugiere normalmente?
Diferencias individuales en la sensibilidad auditiva: La sensibilidad auditiva de las personas puede variar naturalmente, incluso entre aquellas personas con audición normal. Algunas personas pueden tener una audición más sensible y ser capaces de detectar sonidos con niveles de decibelios más bajos que otras.
Pérdida auditiva relacionada con la edad: La pérdida auditiva relacionada con la edad, conocida como presbiacusia, puede afectar a las personas de manera diferente y puede hacerlas más sensibles a ciertos sonidos, especialmente a los de alta frecuencia.
Tinnitus: Las personas con tinnitus, una afección caracterizada por un zumbido o zumbido constante en los oídos, pueden ser más sensibles al ruido, ya que el tinnitus puede dificultar la distinción entre el ruido externo y el zumbido interno.
Hiperacusia: La hiperacusia es una afección en la que las personas experimentan dolor o malestar por sonidos que normalmente no se consideran fuertes o dañinos. Las personas con hiperacusia pueden ser muy sensibles a una amplia gama de sonidos, incluso a niveles de decibelios relativamente bajos.
Estrés y ansiedad: El estrés y la ansiedad pueden reducir el umbral de sensibilidad al ruido. Cuando estamos bajo estrés, la respuesta de "lucha o huida" del cuerpo puede hacer que los oídos sean más sensibles al sonido.
Ciertas condiciones médicas: Ciertas afecciones médicas, como la enfermedad de Meniere y la otosclerosis, pueden afectar la audición y hacer que las personas sean más sensibles al ruido.
Medicamentos ototóxicos: Algunos medicamentos, conocidos como ototóxicos, pueden dañar las células ciliadas del oído interno y provocar pérdida de audición y aumento de la sensibilidad al ruido.
Trauma acústico: La exposición a ruidos fuertes, como los provenientes del trabajo o de actividades recreativas, puede dañar las estructuras del oído interno y provocar sensibilidad al ruido.
Es importante que las personas que creen que pueden ser más sensibles al ruido consulten con un audiólogo o profesional médico para evaluar su audición y determinar la causa subyacente de su sensibilidad. Se pueden recomendar estrategias de manejo adecuadas, como técnicas de reducción de ruido y dispositivos de protección auditiva, en función de las necesidades específicas de cada individuo.