Cómo afecta la neuromielitis óptica al cuerpo
1. Neuritis óptica:
- La inflamación de los nervios ópticos puede provocar pérdida repentina de la visión, visión borrosa, dolor en el ojo y anomalías en la visión del color.
- Los ataques repetidos de neuritis óptica pueden provocar una pérdida permanente de la visión o una discapacidad visual significativa.
2. Mielitis:
- La inflamación de la médula espinal puede provocar debilidad muscular, parálisis, alteraciones sensoriales (entumecimiento, hormigueo, sensación de ardor) y dificultades con la función de la vejiga y los intestinos.
- El nivel y extensión de la afectación de la médula espinal determinan la gravedad de los síntomas, que pueden variar de leves a graves.
- La mielitis transversa, una afección caracterizada por inflamación en todo el ancho de la médula espinal, es una manifestación común de NMO.
3. Afectación del tronco encefálico y el cerebelo:
- En algunos casos, la NMO puede afectar el tronco del encéfalo y el cerebelo, provocando síntomas como náuseas, vómitos, mareos, dificultades de equilibrio y coordinación y problemas del habla.
4. Síndrome de Postrema de Área:
- El daño al área postrema, una pequeña región del tronco encefálico que controla las náuseas y los vómitos, puede provocar náuseas, vómitos persistentes y pérdida de peso.
5. Fatiga y dolor:
- La fatiga crónica y el dolor musculoesquelético generalizado son síntomas comunes de la NMO y pueden afectar significativamente el funcionamiento diario.
6. Alteraciones cognitivas y del estado de ánimo:
- Algunas personas con NMO pueden experimentar dificultades cognitivas, como problemas de memoria y deterioro de la función ejecutiva. También pueden ocurrir cambios de humor, incluidas depresión y ansiedad.
7. Curso Recurrente-Remitente:
- La NMO suele seguir un curso de recaída-remisión, con períodos de exacerbación de los síntomas (recaídas) seguidos de períodos de remisión (reducción de los síntomas o estabilidad).
8. Invalidez y Secuelas a Largo Plazo:
- Los ataques graves y el daño acumulado en los nervios ópticos y la médula espinal pueden provocar discapacidades permanentes, como ceguera, parálisis y dolor crónico.
- La disfunción de la vejiga y los intestinos puede requerir un tratamiento continuo.
Es importante tener en cuenta que los síntomas específicos y la gravedad de la NMO pueden variar entre individuos, y el manejo eficaz de la afección implica un diagnóstico temprano, atención médica adecuada y rehabilitación continua para abordar los efectos a largo plazo de la enfermedad.