Si un niño de 13 años tiene moscas volantes, ¿qué debe hacer?

Anima a tu hijo a que consulte a un oftalmólogo :Ver a un oftalmólogo (optometrista u oftalmólogo) es el primer paso para comprender la naturaleza de las moscas volantes y determinar si algún problema médico subyacente requiere tratamiento. El oftalmólogo realizará un examen ocular, que puede incluir dilatación de la pupila, para obtener una mejor visión del interior de los ojos.

Discutir síntomas y preocupaciones :Es importante que su hijo comunique abiertamente cualquier inquietud o síntoma que esté experimentando con el oftalmólogo, como la frecuencia, la apariencia o el impacto de las moscas volantes en su visión.

Obtener un diagnóstico y plan de tratamiento :Después de evaluar los ojos de su hijo y analizar sus síntomas, el oftalmólogo le proporcionará un diagnóstico y recomendará el mejor curso de acción. En la mayoría de los casos, las moscas volantes simples no requieren un tratamiento específico y no causan ningún daño a los ojos.

Considere realizar ajustes en el estilo de vida :En algunos casos, los cambios en el estilo de vida pueden ayudar a controlar las moscas volantes, como mantenerse hidratado, reducir la fatiga visual (por ejemplo, tomando descansos frecuentes al usar dispositivos digitales) y garantizar un sueño adecuado.

Buscar evaluación adicional si es necesario :Si las moscas volantes van acompañadas de otros síntomas, como destellos de luz, visión borrosa o un aumento repentino en su número, es esencial la evaluación inmediata por parte de un oftalmólogo. Estos síntomas podrían indicar una afección médica subyacente más grave que requiere atención inmediata.

Tranquilidad y apoyo emocional :Es importante asegurarle a su hijo que las moscas volantes son comunes y generalmente inofensivas, y que muchas personas las experimentan en algún momento de sus vidas. Brindar apoyo emocional y abordar sus inquietudes puede ayudar a reducir la ansiedad o el estrés que puedan sentir sobre su salud ocular.