Una dinastía hereditaria es una sucesión de gobernantes de la misma familia o linaje. En una dinastía hereditaria, el trono pasa de padres a hijos, o de un hermano a otro, según un orden de sucesión predeterminado. Este tipo de sucesión suele basarse en el principio de primogenitura, lo que significa que el hijo mayor hereda el trono. Las dinastías hereditarias han sido una forma común de gobierno a lo largo de la historia y se pueden encontrar tanto en monarquías como en imperios. Algunos ejemplos notables de dinastías hereditarias incluyen la Familia Real Británica, la Familia Imperial Japonesa y la Dinastía Qing de China.