Cómo aliviar un ataque de gota en casa
1. Reposar la articulación afectada. Evite caminar o ejercer presión sobre la articulación afectada tanto como sea posible. Levantar el pie o la mano puede ayudar a reducir la hinchazón.
2. Aplica hielo. Aplicar una bolsa de hielo en la articulación afectada puede ayudar a reducir la hinchazón y el dolor. Aplique hielo en el área durante 20 minutos a la vez, varias veces al día.
3. Eleve la articulación afectada. Elevar la articulación afectada puede ayudar a reducir la hinchazón y el dolor. Levante el pie o la mano sobre una almohada o cojín de modo que quede más alto que el corazón.
4. Tome medicamentos de venta libre. Los analgésicos de venta libre, como el ibuprofeno (Advil, Motrin IB) o el naproxeno (Aleve), pueden ayudar a aliviar el dolor y la inflamación. Siga las instrucciones de dosificación en la etiqueta del medicamento.
5. Aplique un analgésico tópico. Los analgésicos tópicos, como cremas o geles que contienen lidocaína o mentol, pueden ayudar a proporcionar un alivio temporal del dolor. Siga las instrucciones en la etiqueta del producto.
6. Beba muchos líquidos. Beber muchos líquidos puede ayudar a eliminar el ácido úrico del cuerpo y prevenir futuros ataques de gota. Trate de beber de ocho a diez vasos de agua al día.
7. Evita el alcohol y las bebidas azucaradas. El alcohol y las bebidas azucaradas pueden aumentar los niveles de ácido úrico y desencadenar ataques de gota. Evite estas bebidas, especialmente durante los ataques de gota.
8. Consulta a tu médico. Si su ataque de gota no mejora con el tratamiento casero en unos pocos días, consulte a su médico. Es posible que le recete medicamentos para ayudar a aliviar el dolor y prevenir futuros ataques.
9. Siga una dieta adecuada para la gota. Una dieta adecuada para la gota puede ayudar a reducir la frecuencia de los ataques de gota. Esta dieta incluye alimentos bajos en purinas, que son sustancias que pueden descomponerse en ácido úrico. Algunos ejemplos de alimentos ricos en purinas que se deben evitar incluyen las carnes rojas, las vísceras, los mariscos y ciertas verduras, como los espárragos y las espinacas.
10. Controlar otras afecciones médicas. Ciertas afecciones médicas, como la presión arterial alta, la diabetes y la obesidad, pueden aumentar el riesgo de sufrir ataques de gota. Controlar estas afecciones puede ayudar a reducir el riesgo de gota.