¿Qué son las neoplasias quísticas?
Las neoplasias quísticas suelen ser benignas, lo que significa que no son invasivas y no se propagan a otras partes del cuerpo. Sin embargo, algunas neoplasias quísticas pueden tener potencial maligno, lo que significa que pueden convertirse en tumores cancerosos.
Los tipos comunes de neoplasias quísticas incluyen:
* Fibroadenoma de mama: Tumor benigno de la mama que está compuesto de tejido glandular y fibroso. Los fibroadenomas suelen ser pequeños, firmes e indoloros.
* Cistadenoma de ovario: Un tumor benigno del ovario que está revestido con células epiteliales y contiene líquido. Los cistoadenomas ováricos pueden ser pequeños o grandes y pueden causar síntomas como dolor pélvico, hinchazón y sangrado menstrual irregular.
* Neoplasia quística pancreática: Un tumor quístico del páncreas que puede ser benigno o maligno. Las neoplasias quísticas del páncreas pueden provocar síntomas como dolor abdominal, pérdida de peso y náuseas.
* Neoplasia quística renal: Un tumor quístico del riñón que puede ser benigno o maligno. Las neoplasias quísticas renales pueden causar síntomas como dolor de espalda, sangre en la orina y presión arterial alta.
Las neoplasias quísticas a menudo se diagnostican mediante pruebas de imagen como ecografía, tomografía computarizada y resonancia magnética. Puede ser necesaria una biopsia para confirmar el diagnóstico y determinar si el tumor es benigno o maligno.
El tratamiento de las neoplasias quísticas depende del tipo de tumor, su ubicación y su tamaño. Las opciones de tratamiento pueden incluir cirugía, quimioterapia, radioterapia y terapia dirigida.