Ataque cardíaco, accidente cerebrovascular, angina, EAP:¿Qué está pasando?
1. Ataque al corazón (infarto de miocardio):
Un ataque cardíaco ocurre cuando el flujo sanguíneo disminuye o se detiene en una parte del corazón, causando daño al músculo cardíaco. La causa más común es la acumulación de placa (aterosclerosis) en las arterias coronarias, que son los vasos sanguíneos que suministran sangre rica en oxígeno al corazón. La placa se compone de colesterol, grasas, calcio y otras sustancias. Cuando la placa se acumula, estrecha las arterias y reduce el flujo sanguíneo. Los ataques cardíacos pueden poner en peligro la vida y requieren atención médica inmediata.
2. Ictus (Accidente Cerebrovascular):
Un derrame cerebral ocurre cuando se interrumpe el suministro de sangre a una parte del cerebro. Esto puede ser causado por un coágulo de sangre (accidente cerebrovascular isquémico) que bloquea una arteria en el cerebro, o por la rotura o fuga de un vaso sanguíneo (accidente cerebrovascular hemorrágico) que daña el tejido cerebral. Al igual que los ataques cardíacos, los accidentes cerebrovasculares también suelen ser causados por la aterosclerosis, pero ocurren en las arterias que van hacia el cerebro o dentro de él. Los accidentes cerebrovasculares son emergencias médicas y una intervención oportuna puede mejorar los resultados y reducir posibles discapacidades.
3. Angina (angina estable y angina inestable):
La angina es un tipo de dolor o malestar en el pecho que se produce debido a la reducción del flujo sanguíneo al corazón. Ocurre cuando el músculo cardíaco no recibe suficiente sangre rica en oxígeno. La angina estable es un dolor torácico predecible que generalmente ocurre con el esfuerzo o el estrés y se resuelve con el reposo. La angina inestable es más grave, impredecible y puede ocurrir incluso en reposo. Ambos tipos de angina son indicios de posibles problemas cardíacos y deben ser evaluados por un médico de inmediato.
4. Enfermedad arterial periférica (EAP):
La enfermedad de las arterias periféricas ocurre cuando hay un estrechamiento o bloqueo de las arterias en las extremidades (piernas o brazos), lo que lleva a una reducción del flujo sanguíneo. Esta afección suele ser causada por los mismos factores que contribuyen a la aterosclerosis, como la acumulación de placa, la presión arterial alta, el colesterol alto, el tabaquismo y la diabetes. La EAP puede causar síntomas como dolor en las piernas, calambres, entumecimiento o fatiga durante las actividades y puede aumentar el riesgo de sufrir un ataque cardíaco y un derrame cerebral.
Reconocer los factores de riesgo y las señales de advertencia de estas afecciones es crucial para la prevención, el manejo y el tratamiento oportunos. El diagnóstico temprano, los cambios en el estilo de vida, la medicación adecuada y las intervenciones médicas desempeñan un papel vital para reducir el riesgo y controlar estas afecciones de forma eficaz. Si experimenta dolor en el pecho, dificultad para respirar, malestar en el brazo, dolores de cabeza inusuales o cualquier síntoma preocupante, es esencial buscar asistencia médica inmediata.