Si se realizan compresiones en un corazón que late, se puede interrumpir el flujo sanguíneo coronario efectivo, lo que en última instancia perjudica la calidad de la RCP y potencialmente conduce a una disminución del gasto cardíaco. Las compresiones cardíacas crean la circulación necesaria de sangre oxigenada que mantiene viva a la persona comprimiendo y relajando el pecho rápidamente evitando la presión directa sobre las áreas de palpitación o realizando compresiones profundas. La técnica adecuada de RCP implica aplicar compresiones a una persona que no responde y no tiene pulso, asegurando que no se produzca retroceso del pecho entre las compresiones.