¿Qué pasa con una pérdida de 5 unidades de sangre durante la cirugía?

La pérdida de cinco unidades de sangre durante la cirugía se clasifica como hemorragia grave, lo que puede tener efectos importantes en el paciente. Cada unidad de sangre equivale aproximadamente a 1 pinta (450 ml). Esto es lo que puede pasar con la pérdida de 5 unidades de sangre:

1. Hipovolemia:la pérdida rápida de una gran cantidad de sangre provoca una disminución del volumen sanguíneo circulante. Esta condición se llama hipovolemia, donde no hay suficiente sangre para satisfacer las demandas de oxígeno y nutrientes del cuerpo.

2. Hipotensión:la reducción del volumen sanguíneo conduce a una disminución de la presión arterial, una condición conocida como hipotensión. La frecuencia cardíaca puede aumentar en un intento de compensar bombeando más sangre, pero el bajo volumen limita su eficacia.

3. Compromiso cardiovascular:la pérdida grave de sangre puede provocar un compromiso cardiovascular, donde el corazón tiene dificultades para bombear suficiente sangre oxigenada a órganos vitales como el cerebro, los riñones y el propio músculo cardíaco. Esto puede provocar un deterioro de la función de los órganos y, si se prolonga, puede provocar daños en los órganos.

4. Hipoxia tisular:el suministro insuficiente de oxígeno debido a la disminución del flujo sanguíneo produce hipoxia tisular, que puede afectar varios órganos y tejidos. Las células privadas de oxígeno pueden comenzar a morir, lo que provoca una disfunción orgánica.

5. Trastornos de la coagulación:los mecanismos normales de coagulación sanguínea del cuerpo pueden verse afectados, lo que provoca sangrado anormal o incapacidad para formar coágulos sanguíneos estables. Esto complica aún más los procedimientos quirúrgicos y puede aumentar el riesgo de sangrado continuo.

6. Shock:En casos extremos, una hemorragia grave puede provocar un shock circulatorio. El shock es una afección potencialmente mortal en la que un flujo sanguíneo inadecuado a los órganos provoca una disfunción celular generalizada. Los síntomas pueden incluir piel pálida o fría, pulso rápido y débil, estado mental alterado y producción de orina reducida.

7. Transfusiones:Para contrarrestar la pérdida de sangre, pueden ser necesarias transfusiones de productos sanguíneos, como concentrados de glóbulos rojos, plasma o plaquetas, para restaurar el volumen sanguíneo y mantener las funciones vitales.

8. Necesidad de cirugía:la magnitud de la pérdida de sangre puede requerir intervenciones quirúrgicas adicionales para detener el sangrado y reparar la fuente de la hemorragia.

Es fundamental que los profesionales médicos identifiquen y traten la pérdida de sangre grave con prontitud, monitoreando de cerca los signos vitales, la oxigenación y el estado general del paciente. Se necesitan una intervención rápida y medidas de apoyo, como reanimación con líquidos, transfusiones de sangre y monitorización continua, para minimizar los efectos adversos y mejorar las posibilidades del paciente de obtener un resultado exitoso.