¿Pueden las paredes de las arterias contraerse para impulsar la sangre hacia adelante?
La contracción arterial, también conocida como vasoconstricción, ocurre en respuesta a diversos factores, como la activación del sistema nervioso simpático, ciertas hormonas (p. ej., adrenalina) y respuestas de los tejidos locales. La vasoconstricción estrecha el diámetro de las arterias, aumentando la resistencia al flujo sanguíneo y, por tanto, elevando la presión arterial. Sin embargo, este proceso no impulsa directamente la sangre hacia adelante. Principalmente regula la distribución del flujo sanguíneo a diferentes órganos y tejidos según sus necesidades y ayuda a mantener la homeostasis general de la presión arterial.