¿Cuáles son los riesgos de no tener bazo?
Infección abrumadora posesplenectomía (OPSI): Esta es una afección poco común pero potencialmente mortal que puede ocurrir en personas a quienes se les ha extirpado el bazo. OPSI se caracteriza por una infección repentina y grave que puede provocar insuficiencia orgánica y la muerte.
Función inmune deteriorada: El bazo participa en la producción y maduración de ciertos tipos de células inmunitarias, como las células B y las células T. Sin bazo, la capacidad del sistema inmunológico para combatir infecciones y responder a invasores extraños puede verse comprometida.
Mayor riesgo de coágulos de sangre: Las personas a las que se les ha extirpado el bazo tienen más probabilidades de desarrollar coágulos sanguíneos, como trombosis venosa profunda (TVP) y embolia pulmonar (EP). Esto se debe a que el bazo ayuda a regular los mecanismos de coagulación de la sangre del cuerpo.
Recuento reducido de glóbulos rojos: El bazo participa en la regulación de la producción y destrucción de glóbulos rojos. Sin bazo, el cuerpo puede producir menos glóbulos rojos, lo que provoca anemia.
Trombosis de la vena esplénica: Esta es una afección en la que la vena esplénica, que transporta sangre desde el bazo al hígado, se bloquea u obstruye. La trombosis de la vena esplénica puede provocar dolor abdominal, náuseas, vómitos y otros síntomas.
Formación de adherencias: Después de la extirpación del bazo, se puede formar tejido cicatricial y causar adherencias, que son bandas de tejido que conectan los órganos abdominales. Las adherencias pueden causar dolor abdominal, malestar y problemas digestivos.
Impacto emocional: Para algunas personas, la pérdida del bazo puede tener un impacto emocional significativo. El bazo a menudo se considera un órgano importante que desempeña un papel en la salud y el bienestar general, por lo que su eliminación puede provocar sentimientos de ansiedad, depresión o pérdida.