¿Por qué pulsa el flujo sanguíneo en las arterias?
1. Ciclo cardíaco: El corazón pasa por un ciclo regular de contracciones (sístole) y relajaciones (diástole). Durante la sístole, el corazón se contrae y bombea sangre hacia las arterias. Este aumento de sangre crea una onda de presión que se propaga a través del sistema arterial.
2. Elasticidad arterial: Las arterias no son tubos rígidos sino vasos elásticos. Cuando la onda de presión del corazón llega a las arterias, hace que estas se expandan ligeramente. Esta expansión se adapta al mayor volumen de sangre expulsada por el corazón.
3. Cambios de presión: Cuando la sangre ingresa a las arterias, ejerce presión sobre las paredes arteriales. Esta presión es mayor durante la sístole, cuando el corazón bombea sangre activamente. A medida que el corazón se relaja durante la diástole, la presión en las arterias disminuye. Esta variación de presión hace que las paredes arteriales se expandan y retrocedan.
4. Reflexión de las olas: La onda de presión generada por la contracción del corazón viaja a lo largo de las arterias hasta llegar a la periferia. En los puntos donde las arterias se ramifican o se estrechan, la onda puede reflejarse hacia el corazón. Esta onda reflejada contribuye a la naturaleza pulsátil del flujo sanguíneo.
5. Resistencia periférica: El flujo de sangre a través de las arterias está influenciado por la resistencia que ofrecen los vasos sanguíneos periféricos. Cuando los vasos sanguíneos se contraen, aumenta la resistencia al flujo sanguíneo, lo que provoca una presión más alta y una pulsación más pronunciada. Por el contrario, cuando los vasos sanguíneos se dilatan, la resistencia disminuye, lo que resulta en una pulsación reducida.
Es importante tener en cuenta que, si bien el flujo sanguíneo pulsátil es un fenómeno normal en las arterias, las pulsaciones excesivas o las irregularidades en el pulso podrían indicar problemas de salud subyacentes y justificar una evaluación médica.