¿Cuál es la relación entre el sistema vascular sanguíneo y el sistema linfático?
Intercambio de Fluidos:
1. Filtración capilar de sangre: Los capilares sanguíneos, los vasos más pequeños del AVB, permiten el intercambio de líquidos y solutos entre el torrente sanguíneo y los tejidos circundantes. La presión hidrostática en los capilares expulsa el líquido, mientras que la presión osmótica lo atrae nuevamente.
2. Formación linfática: El exceso de líquido que se filtra de los capilares sanguíneos, junto con las proteínas y otras sustancias, forma líquido intersticial. El sistema linfático recoge el exceso de líquido intersticial y forma linfa, que es un líquido transparente parecido al plasma.
3. Drenaje linfático: La linfa drena en los capilares linfáticos y luego pasa a través de una red de vasos y ganglios linfáticos, lo que permite una mayor filtración y vigilancia inmunológica.
Reciclaje de proteínas y prevención de edemas:
1. Reabsorción de proteínas: El sistema linfático ayuda a devolver las proteínas y otras moléculas grandes que se escapan de los capilares sanguíneos al torrente sanguíneo. Esto evita la acumulación de proteínas en los espacios intersticiales, lo que podría provocar edema (hinchazón).
2. Control de edemas: Al recolectar el exceso de líquido y proteínas de los tejidos, el sistema linfático ayuda a prevenir la acumulación de líquido y el desarrollo de edema.
Funciones del sistema inmunológico:
1. Presentación del antígeno: Los vasos y ganglios linfáticos contienen células inmunitarias, incluidas células dendríticas y macrófagos. Estas células capturan antígenos (sustancias extrañas) de los tejidos y los presentan al sistema inmunológico, iniciando una respuesta inmune.
2. Transporte de células inmunes: El sistema linfático transporta células inmunitarias, como los linfocitos (células T y células B), desde los órganos linfoides (p. ej., ganglios linfáticos, bazo) a diferentes tejidos y sitios de infección o inflamación.
Absorción de grasas:
1. Transporte de quilomicrones: Las grasas dietéticas absorbidas en el intestino delgado se empaquetan en quilomicrones, grandes partículas de lipoproteínas. Los quilomicrones ingresan a los capilares linfáticos de las vellosidades intestinales y son transportados a través del sistema linfático antes de ser liberados al torrente sanguíneo.
Estas interacciones entre el sistema vascular sanguíneo y el sistema linfático son esenciales para mantener la homeostasis de los líquidos, transportar sustancias, apoyar el sistema inmunológico y prevenir la formación de edemas. Las disfunciones o alteraciones en cualquiera de los sistemas pueden provocar diversas afecciones y trastornos de salud.