La palabra "hemófago" se refiere a un organismo que se alimenta de sangre. Se deriva de las raíces griegas "haima", que significa "sangre" y "phagos", que significa "comer". Los hemófagos se pueden encontrar en varios grupos de animales, incluidos insectos, sanguijuelas y algunos mamíferos, como los murciélagos. Estos organismos consumen sangre como fuente de alimento primaria o complementaria, a menudo utilizando estructuras especializadas, como piezas bucales o anticoagulantes, para acceder a la sangre y digerirla. Ejemplos de animales hemófagos incluyen mosquitos, pulgas, garrapatas y murciélagos vampiros.